Vino dulce natural elaborado con uvas Pedro Ximénez, de color caoba oscura, irisaciones yodadas, lágrima muy amplia y sensación de gran densidad. En nariz destacan las notas de fruta muy pasifi-cada, uvas, higos y dátiles y las notas tostadas y torre-factas a café, caramelo, chocolate amargo y regaliz. En boca inunda el paladar con su dulzor, equilibrio ácido perfecto, muy cálido, untuoso y aterciopelado con un final presistente con notas de pasas y café. Todo un postre en sí mismo, que combina excepcionalmente con postres a base de chocolate, con los helados o con los quesos azules de gran intensidad. Servir entre 12 y 14ºC.
NOTA DE CATA:
Caoba oscura, irisaciones yodadas.
Fruta muy pasificada, uvas, higos y dátiles y las notas tostadas y torrefactas a café, caramelo, chocolate amargo y regaliz.
Dulzor, equilibrio acido perfecto, muy cálido, untuoso y aterciopelado con un final presistente con notas de pasas y café
GRADUACIÓN:
18º
DISFRUTE
Postres a base de chocolate, con los helados o con los quesos azules de gran intensidad.
Caoba viejo, brillante, vivo, agradable.
Redondo, profundo, matices a roble viejo, con olor a nueces.
Suave, permanente, con mucho cuerpo, a roble y nueces, «clásico».
Amarillo pajizo muy pálido y brillante. Aroma punzante y delicado en el que destacan notas florales que recuerdan a la camomila y la manzanilla, recuerdos almendrados y aromas de panadería. Seco, fresco y delicado, ligero y suave. Ligera acidez que produce una sensación de frescor y un final persistente y ligeramente amargo.
Vino de un brillante color amarillo dorado, transparente.
De aroma delicado y punzante, con notas a levaduras y a masa fresca de pan y recuerdos almendrados que proceden de su larga crianza bajo flor siguiendo el sistema tradicional de criaderas y soleras.
En boca es muy seco, con amargos suaves, con sabor a almendra y frutos secos, persistente.
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